Cómics

Superior Spider-Man – #ComicBookChallenge10

Este post es parte del #ComicBookChallenge10, donde hay que compartir los 10 cómics que te han marcado de alguna forma.

Día 7 de 10:
Superior Spider-Man (2013 – 2014)

Dan Slott / Ryan Stegman / Victor Olazaba / Edgar Delgado

Makoto me ha dicho en varias ocasiones que le cuesta trabajo entender como es que los cómics de superhéroes cambian de equipo creativo, como si los personajes siempre fueran de dominio público. Y estoy de acuerdo, porque hay muchas preguntas que ya no tienen respuesta hoy en día: ¿quién es dueño del personaje, el que lo creó o el que escribió su “mejor” historia?, ¿cuál es la versión del personaje e historia “oficiales”?, ¿por qué son como Los Simpsons y nunca envejecen?

Evidentemente, hay respuestas parciales a todas las preguntas. Y al final del día, los dueños de los personajes son las compañías, y los cómics de superhéroes son un producto de entretenimiento. Al igual que sus contrapartes más exitosas, las películas. Y dificilmente podrán ser catalogados como algo más que eso, aunque la palabra “arte” ronde las subastas y exhibiciones en museos. Creo que la nostalgia y el coleccionismo contribuyen más a su estatus de “piezas de arte moderno”, que en sí la calidad e intención detrás de la obra.

Obviamente, existen excepciones. Hay números, histotias y series completas que han sido creadas con el corazón. Por artistas talentosos, famosos o no, que han dejado su marca en los personajes. Y a pesar de que algunos tengan más de 80 años, siempre habrá una “versión” del personaje que te apasione más que las demás. Un arco que te haya marcado en tu adolescencia, o que simplemente te parezca que encaja mejor con tu propia visión de lo que debe ser el personaje.

Menciono todo esto, porque Superior Spider-Man es el cómic responsable de motivar mi emancipación del cómic de superhéroes. Y les explico por qué, en el orden en que se dio mi relación con el título…

Después de por lo menos una década sin comprar cómics, llegó a mi el rumor sobre una historia descabellada en los cómics de Spider-Man. Gracias a mi buen amigo Juan Herrera (que en aquel momento era sólo un conocido), confirmé que era cierto: el Dr. Octopus se había apoderado de la mente, cuerpo y habilidades de Peter Parker.

“¡Qué tontería!”, fue mi primera reacción. “Ya no saben que inventar”. Pero todo parecía indicar, que la historia tenía su razón de ser y que no era tan mala.

Yo me encontraba completamente decepcionado de los cómics del arácnido. Después de presenciar como le arrebataron a su hija, entendí que jamás veríamos a un Peter Parker feliz. Los escritores siempre lo iban a mantener en un infierno de puertas giratorias, eso me quedaba claro. Los finales felices y situaciones donde Peter finalmente pasa la batuta de la “gran responsabilidad”, se veían relegados a mundos y lineas de tiempo alternas que por lo general no duraban mucho.

Pero regresando a Superior Spider-Man, increíblemente, decidí darle una oportunidad. Siento que la decisión fue propiciada por mi hermano, ya que en aquel entonces él estaba a mi cargo. Y aunque desde niños habíamos compartido el gusto por Spider-Man, la diferencia de edad comenzaba a pesar menos cuando él alcanzó la adolescencia. Podíamos hablar de temás más adultos y compartir gustos de otra manera. Le platiqué sobre Superior Spider-Man y finalmente la curiosidad nos ganó.

Conseguí un TPB de los primeros seis números y comencé a seguir la serie en “grapas”. Eventualmente conseguiría también todos los números individuales que me habían faltado, incluyendo el número 1. Todos en su idioma original, ya que así es como yo suelo comprar la mayoría de mis cómics.

La historia de Dan Slott me pareció una bocanada de aire fresco. A pesar de que ya llevaba un largo tiempo a cargo del título, había logrado algo completamente nuevo y arriesgado con el personaje. La gente enfureció, criticaban la saga como niños emberrinchados. Pero a mi me pareció interesante el riesgo que tomaba Slott, y seamos honestos… era obvio que Peter regresaría en algún momento. Marvel no iba simplemente a remplazar a su más grande icono.

La saga de Octavius como el “nada amigable” vecino es realmente buena. Expone muchas de las inquietudes e inconvenientes que conlleva la vida de un superhéroe. Así como otros anti-héroes en su momento, nos muestra un hartazgo con el status quo, un “qué pasaría si” Spider-Man se tomara las cosas en serio.

Para mi fue sumamente triste y revelador cuando Superior Spider-Man enfrenta al villano Massacre y decide poner punto final al eterno juego del gato y el ratón. En mi opinión, es un momento que debió llegar hace décadas, sin necesidad de que a Spider-Man lo poseyera un súper villano. No importa si Peter Parker es un santo, a lo largo de los años le han arrebatado a sus seres más queridos. Amigos, familia, parejas sentimentales, y repito… ¡hasta una hija!

No hay manera de salir ileso de tantas pérdidas. Si, pueden motivarte a ser una mejor persona, creo que muchos lo hemos experimentado. Pero también hacen que algo dentro de ti se rompa irremediablemente. Así que en ese momento entendí que Spider-Man nunca sería una persona real… siempre sería un icono, un ejemplo a seguir, con valores inmutables a pesar de todas las adversidades.

Y es que en realidad, eso son los superhéroes. No importa que tan maduras o “cool” sean sus historias, son un producto que cumple una función muy clara: poner el ejemplo para las generaciones que están en plena formación de sus valores. Y fue en ese momento, cuando entendí que los superhéroes ya no eran para mi.

Superior Spider-Man, e incluso Spider-Verse, son excelentes historias, cuyas semillas fueron plantadas meticulosamente por Dan Slott a lo largo de los años. Son una carta de amor al personaje en muchos sentidos. Así que quiero que quede claro: soy fan de Dan Slott y todo lo que hizo con el arácnido.

Sin embargo, Superior Spider-Man constituyó un cierre para mí. El Naop comiquero creció, y decidió enfocarse más en los cómics independientes y de autor. Gracias a esa emacipación conocí el trabajo de grandes autores como Brian K. Vaughan, Fiona Staples, Kieron Gillen, Jamie McKelvie, Matt Fraction y Chip Zdarsky. También pude ponerme al corriente con los trabajos más recientes de Warren Ellis, como Trees e Injection.

Mi hermano murió de cancer a finales de 2013. Yo estaba comprándole la edición nacional de Superior Spider-Man, publicado por Editorial Smash. Continué comprándolo después de su muerte hasta que terminó la serie. Ahora conservo la colección en ambos idiomas, la mía y la suya, como recordatorio del último gran gusto que compartimos.

Cuando Peter logró recuperar su cuerpo, vino el relanzamiento de Amazing Spider-Man. Recuerdo estar formado en la fila afuera de Decomixado el día que salió el número 1. Me costaba mucho trabajo dejar de pensar que Stefano debía haber estado conmigo ahí, formados en el frío, hablando de Spider-Man. Pero la vida es curiosa, y para mi sorpresa, me encontré con Juan en la fila. Gracias al arácnido, ahora tenía un nuevo amigo con quien hablar de cómics.

Como detalle final, quiero compartirles algunas portadas de 2 títulos relacionados que también me gustaron mucho:

Scarlet Spider de Christopher Yost y Ryan Stegman, donde vemos las aventuras de uno de los clones de Peter conocido como Kaine. Para mí, los clones siempre representan oportunidades de explorar facetas de los personajes que normalmente no se abordarían. Este cómic cumple, y lo hace con un estilo muy noventero, lo cual me encantó.

Superior Foes of Spider-Man, una excelente comedia de la mano de Nick Spencer y Steve Lieber. Ácida, sarcástica y sumamente hilarante, se trata de un equipo de villanos de tercera que tratan de hacerla en grande y fallan monumentalmente. ¡Una verdadera joya!


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